Al principio…
Corrían los últimos años de la década de los
70, cuando una revolución de estilos y actitudes juveniles comenzaba a gestarse
en Inglaterra, en paralelo a la época post
punk (luego que el punk original
nacido a finales del ’76 e inicios del ’77 se había estancado, vuelto comercial
y por tanto desechado) y en respuesta a la difícil situación política,
económica y social que se vivía en ese entonces bajo el gobierno de Margaret
Thatcher… este nuevo movimiento juvenil ocurría, a diferencia de las
anteriores, dentro y en los alrededores de los estadios de fútbol y estaciones
de trenes aledañas y podría decirse que en el siguiente orden de aparición en
las ciudades de Liverpool (Anfield y Goodison Park), seguido muy de cerca por Manchester
(Old Trafford y Maine Road), luego en Aberdeen (Pittodrie) y posteriormente en Londres
(White Hart Lane, Upton Park, The Den, seguidos de cerca en Stamford Bridge).
Con la llegada de esta cultura juvenil, se dejaba atrás la estética hasta
entonces conocida de los regulares del fútbol (bufandas, gorros, camisetas
oficiales, y cualquier tipo de objeto de animación con los colores de su equipo
para los aficionados normales o la conocida estética skin para los violentos: botas Dr. Martens, tirantes, camisetas con
la bandera de la Gran Bretaña, chaquetas de aviador, etc) y se adoptaba una
estética en la que los colores del club no serían necesarios para identificar a
sus seguidores.
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“La banda del Manchester United
llegando en masa a Goodison Park (casa del Everton FC) en la temporada ‘83-‘84”.
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[…]Antes de
que el término casual fuera adoptado
para definir al “movimiento sin nombre” y a todos sus participantes, hubo otros
términos que fueron más o menos empleados para describir a los muchachos, y que
dependía de la región de la que provenían. Por ejemplo, a los nativos de Liverpool
se les conocía como scallies
(derivado de scallywags), en
Manchester los llamaban perries (o perry boys), en Londres eran chaps o soul boys y en algunos otros lugares simplemente trendies o dressers. El estilo en los inicios también era variado, y las
diferencias entre las regiones e incluso entre los diversos equipos de fútbol
(como es el caso de los equipos londinenses) eran fácilmente detectadas, aun
así había algunas cosas que eran comunes o bastante parecidas, una de ellas fue
el corte de cabello wedge (en
Liverpool) o flick (en Manchester,
también genéricamente conocido como corte perry),
en teoría este corte fue importado de Francia (los scousers del Liverpool FC se enfrentaban en rondas semifinales de
la Copa Europea del ’77 con el Saint Etienne, en juegos de ida y vuelta), se
trataba de un corte menos serio, relajado e, incluso, un tanto afeminado que
tenía un leve parecido al corte clásico de los alemanes en la época nazi con el
apartado hecho a un lado, pero un tanto más largo... Este corte, está
perfectamente representado en la portada del álbum Low de David Bowie (conocido como “el delgado duque blanco”) que
fue grabado precisamente en 1977, aunque en teoría el corte ya había sido
adoptado varios años antes por los jóvenes europeos, y siendo importado por los
soul boys británicos.
Por otra parte, el tema del calzado deportivo
era otro factor común, la marca preferida fue Adidas y sus tres bandas. Tanto
en Liverpool como en Manchester, los jóvenes desarrollaron un apetito feroz por
Adidas, entre más raro y exclusivo el modelo mejor, y dado que en Inglaterra no
era posible adquirir ciertos modelos, los viajes a Europa no se hicieron
esperar (sobre todo a Suiza, Alemania y Francia, siendo los lugares con el
mejor surtido). […]
Los emocionantes años 80…
Los estilos cambiaban rápidamente, pero hubo
un tiempo en que en Liverpool los muchachos se distinguían por vestir polos y
sudaderas de lana cuello “V” Lacoste, camisetas Adidas, sudaderas tipo Rugby de
Benetton, jeans estrechos o pantalones de pana Lois, rompevientos Adidas,
Patrick o Peter Storm y tenis Adidas. En Manchester algo bastante parecido,
polos y sudaderas de lana cuello “V” Fred Perry, camisetas French Connection,
polos de manga larga Peter Werth, jeans FU’s, Adidas Stan Smith y zapatos Pod,
Kios, Kickers o Hush Puppies. (…)
A mediados de los 80 quien no era un casual no era nadie, ¡no en el mundillo
de los futboleros, cuando menos! Para entonces los medios ya habían notado que
algo “nuevo” estaba pasando entre los jóvenes asiduos a las canchas de fútbol en
la Gran Bretaña. La revista de circulación nacional The Face había fichado,
entre otros, a Kevin Sampson (un antiguo colaborador y amigo de The End) para redactar artículos que
trataran este nuevo movimiento juvenil. Time Out sacó alguno que otro reportaje
sobre los nuevos hooligans, de hecho en la portada aparecía un muchacho ex
hooligan del Arsenal con un polo Ralph Lauren en color rojo con el logo en
color azul y un corte de cabello wedge.
Por televisión también se hacía eco a la nueva cara de los hooligans (en que
dejaba claro lo equivocados que estaban aquellos cuya imagen de un hooligan
correspondía a un cabeza rapada con botas altas de acero, tirantes, camisetas
con la “Union Jack” y chaquetas de aviador) […]
No todo fue lindo alrededor del movimiento, puesto
que hechos violentos sucedían a nivel nacional cada fin de semana sin excepción
entre distintos hinchas, los lugares preferidos siendo los estadios, sus
alrededores y las estaciones de trenes y Metro… eran comunes las invasiones de
campo, peleas masivas, apuñalamientos (los fanáticos de Liverpool y en especial
los del club Everton contaban con cierta reputación de navajeros, siendo el
arma de su predilección el Cutter o Stanley). […]
*Fragmento de la publicación: Torrente
(2012). “El movimiento sin nombre… ¿Quiénes son los Casuals?¨ En El Fanzine del Cerdo Violeta No.3. Santa Maradona…
Ruega por nosotros. León, México, pp.16-22