miércoles, 23 de octubre de 2013

LA FIESTA DEL CERDO VIOLETA 5

Estimados amigos porcinos: tenemos nueva sede para La Fiesta (de presentación) del Cerdo Violeta, que corresponde al #5 de nuestro fanzine, ahora en día de Muertos, 2 de noviembre en Love Bar-Restaurant (en el centro leonés). 

Noche de vinilos con coleccionistas de talla internacional: El cosmopolita DJ DELINCUENTE (Vete al diablo sessions), de ciudad de México ERNESTO FUZZ ON! y SIR DOWNBEAT, además de los locales GROOBEATS SOUND SYSTEM, Cuchifrito Man y Ed de Aginaga.

¿Dónde?: Love Bar-Restaurant, Calle Manuel Doblado 103, León (Guanajuato), Centro.
Acceso: 8:30 pm (+18, I.D. OBLIGATORIA, acceso limitado a 150 personas).

"¡ENTERRADOS VIVOS:
La muerte, como palabra, puede desencadenar una serie isotópica en relación a ella. Terrible, hecatombe, calamidad, miseria, dolor, desastre, sufrimiento, agonía, horrible, tenebroso, enfermedad, entierro, médicos, enflaquecido, inmovilidad, lívido, exangüe, helado, rígido, descomposición, cadáver, sarcófago, lúgubre, mortaja, entierro, féretro, caja, tenebroso, brecha, cansancio, pudrirse, tumba, morir, inhumación, desgracia, disgusto, sepultura, panteón, cementerio, espanto, letargo, locura, resurrección, herida, fractura, curación, operación, amodorramiento, insensibilidad, muerto, sepelio, tumba, fosa, ataúd, hospital, síntomas, asfixia, angustia, fallecer, fiebre, autopsia, desenterrar, resucitar, inserción, descomposición, convulsión, disección, escalpelo, fin, desplomarse, paralizar, urgencias, síncope, peligro, recaída, bajo tierra, infierno, catalepsia, diagnóstico, tendido, acostado, inexistencia, ataque, vértigo, atolondrado, inerte, anonadamiento, laxitud, crisis, deteriorar, inconsciencia, dolor, gusanos, esqueletos, epitafios, sudarios, osario, tinieblas, carro mortuorio, fantasmagorías sepulcrales, maléfico, condenado, apagado, aullido, atroces, mal, alma, sombrío, sustos…

Y qué son las palabras si no ideas, experiencias, sugestiones, convencimiento. De la muerte se sabe, y bien, que nadie se escapa. No es como eso que han decidido llamar El apocalipsis, eso es simple hipótesis. La muerte no, seguro.

Mi abuelo murió de viejo, eso he querido creer, murió en un hospital, con médicos y muchísimas enfermeras, luego le empolvaron la nariz y lo metieron en una caja, después le rezaron mucho. Pero, a propósito, ¿importa la forma en que morimos? ¿Dónde? ¿Con quién? Y es que ya lo narraba Arthur Gordon Pym, no hay nada peor que el sufrimiento de “ser enterrado vivo”. Morirás ¡Oh sí, lo harás! Intermedio que se convierte en un preámbulo macabro, despertar para morir –eso dicen de la catalepsia.

Metáforas, metáforas, metáforas… por la(s) cosa(s), hecho(s), situación(es) anómala(s). Pues, bien, qué cuando “puede parecer un infierno el mundo de nuestra triste humanidad” –señalaba el pobre-diablo de Gordon Pym–, en que hemos extraviado la capacidad de percibir la diferencia en la normalidad. Vivos muertos, vivos medios-muertos y hasta muertos vivos. En ese sentido, catatónicos empedernidos, pusilánimes de mierda. Mi abuelo, en tanto, se alista para ese segundo día de noviembre, será su primera vez, siempre hay una primera vez. Visitará a mi abuela y tomará bocadillos, los guardará en los bolsillos y regresará al Mictlán, señor.".

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