"Justo ahora, en este año, cuando muchas cosas salen a la luz, cuando algunos creen que será el final de la especie humana y del mundo como lo conocemos, resurgen algunas cosas que parecían olvidadas. De pronto volteamos a ver lo que siempre ha estado ahí, frente nuestras narices, pero que, sin motivo aparente, pasábamos de largo. Formas de vestir, bebidas, música, ciertos vocablos, etc.
[...] hay personas a las que les gusta escuchar la música por el hecho de que les recuerda a cierta época de su vida –y por cierto, esa no es otra de las funciones de la música-, les gusta la letra cursi o sencillamente se les pega el "tonito", algunos otros escuchan música para silenciar sus pensamientos, esto no quiere decir que sea malo o bueno, bien podría decir que "es y ya".
[...] pero para muchas personas, la música es algo solamente complementario. Regularmente me encuentro con gente a la que le parece extraño que escuche música que se grabó hace cincuenta o sesenta años [...]
Fotografía: Lucia Sarra |
[...] Actualmente existe una herramienta maravillosa llamada Internet [...] todo ese conocimiento está ahora a nuestro alcance, sólo es cuestión de detenerse un poco y poner atención. Quizá cuando llegue el apocalipsis y se cargue, ya no a las personas, sino a toda la modernidad y comodidad en la que vivimos, valoraremos realmente lo que siempre estuvo ahí, frente a nuestras narices.".
*Fragmento de la publicación: Segoviano, Ulises (2012). "Trampolín al infierno: Clavados en la música". En El Fanzine del Cerdo Violeta No. 1. Enero. Apocalipsis ¿Ahora? León, México, pp. 47-50.
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